Estando parado en una esquina un niño se me acercó a pedirme dinero. Yo no acostumbro a dar dinero en esquina, pues esto fomenta que los que mandan a ese niño a pedir, envien otros y otros a pedir, pues es buen negocio. Lo que uno dá en esas situaciones no va al que lo pide, sino, que la mayoria del tiempo, va a manos de esos explotadores de la miseria.
Pero siempre tengo el impulso y deseo de dar, y dado que, por lo mencionado más arriba, no puedo dar dinero, he recordado una canción de Silvio Rodriguez, que se llama Canción de navidad la cual siempre que la escucho trae lagrimas a los ojos.
Por lo tanto me doy en publicar las letras de esta cancion para el disfrute de todos ustedes. Para que la tengan presente, cuando ese niño se le acerque a pedirle dinero, en una esquina.
El fin de año huele a compras,
enhorabuenas y postales
con votos de renovación;
y yo que sé del otro mundo
que pide vida en los portales,
me doy a hacer una canción.
La gente luce estar de acuerdo,
maravillosamente todo
parece afín al celebrar.
Unos festejan sus millones,
otros la camisita limpia
y hay quien no sabe qué es brindar.
Mi canción no es del cielo,
las estrellas, la luna,
porque a ti te la entrego,
que no tienes ninguna.
Mi canción no es tan sólo
de quien pueda escucharla,
porque a veces el sordo
lleva más para amarla.
Tener no es signo de malvado
y no tener tampoco es prueba
de que acompañe la virtud;
pero el que nace bien parado,
en procurarse lo que anhela
no tiene que invertir salud.
Por eso canto a quien no escucha,
a quien no dejan escucharme,
a quien ya nunca me escuchó:
al que su cotidiana lucha
me da razones para amarle:
a aquel que nadie le cantó.
Mi canción no es del cielo,
las estrellas, la luna,
porque a ti te la entrego,
que no tienes ninguna.
Mi canción no es tan sólo
de quien pueda escucharla,
porque a veces el sordo
lleva más para amarla.
Pero siempre tengo el impulso y deseo de dar, y dado que, por lo mencionado más arriba, no puedo dar dinero, he recordado una canción de Silvio Rodriguez, que se llama Canción de navidad la cual siempre que la escucho trae lagrimas a los ojos.
Por lo tanto me doy en publicar las letras de esta cancion para el disfrute de todos ustedes. Para que la tengan presente, cuando ese niño se le acerque a pedirle dinero, en una esquina.
El fin de año huele a compras,
enhorabuenas y postales
con votos de renovación;
y yo que sé del otro mundo
que pide vida en los portales,
me doy a hacer una canción.
La gente luce estar de acuerdo,
maravillosamente todo
parece afín al celebrar.
Unos festejan sus millones,
otros la camisita limpia
y hay quien no sabe qué es brindar.
Mi canción no es del cielo,
las estrellas, la luna,
porque a ti te la entrego,
que no tienes ninguna.
Mi canción no es tan sólo
de quien pueda escucharla,
porque a veces el sordo
lleva más para amarla.
Tener no es signo de malvado
y no tener tampoco es prueba
de que acompañe la virtud;
pero el que nace bien parado,
en procurarse lo que anhela
no tiene que invertir salud.
Por eso canto a quien no escucha,
a quien no dejan escucharme,
a quien ya nunca me escuchó:
al que su cotidiana lucha
me da razones para amarle:
a aquel que nadie le cantó.
Mi canción no es del cielo,
las estrellas, la luna,
porque a ti te la entrego,
que no tienes ninguna.
Mi canción no es tan sólo
de quien pueda escucharla,
porque a veces el sordo
lleva más para amarla.