Un viejo amigo me ha dicho por Facebook, que me encanta el tema de las teorías de conspiración.
Realmente NO.
Me gusta el cuento, la sátira y los chistes.
Ocurre que personas que quiero mucho, han sido secuestradas en su conocimientos por allegados, vendedores de disparates, presentadores sensacionalistas y ultraconservadores del canal de pseudo noticias FOX o documentales inescrupulosos que se dedican a vender miedo y propagar la paranoia entre los que los ven.
Como no puedo o tengo prohibido referirme a esos temas de manera personal con los afectados, quiero que sepan que (y estoy seguro que ellos saben), ante la impotencia, es mi forma de mostrarles cariño, porque me preocupa sobremanera no solo su salud física sino también como piensan. Con mis escritos, estoy tratando de rescatarlas. Y que volvamos a hablar como antes. Sin cortapisas.
Me hace sentir muy mal saber que alguien a quien quiero, le hundan en las tinieblas de la paranoia, que produce creer estas locuras sin base. Ese sentimiento me quita el sueño de vez en cuando. Y por eso escribo sobre este tema que no me gusta.
Esto te incluye a ti también, mi querido amigo.