Siento ser mezquino y egoísta. Siento ser egocéntrico,
prepotente y arrogante.
Siento no asumir tú locura que acompaña tú genialidad.
Lamento no corresponder a tú violencia cargada de ternura,
a mi me ilumina el sol y a tì la luna.
La noche es tù territorio, yo camino durante el día.
Al principio las diferencias nos acercaron y enriquecieron Ahora nos separan y entristecen. Quizás porque ellas se debilitaron al conocernos y se socavaron con la rutina.
Escribo este poema con la mano temblorosa y el corazón agobiado, cometiendo errores gramaticales y ortográficos, para que con ello te percates que soy un ser humano.
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