Apartheid

apartheid-image Llegando de la calle con la familia, estaba yo en mi cuarto cambiándome la ropa a una más “casera” (tú sabes de esas que son en franela y calzoncillos manga larga), cuando de pronto me vocean desde el fondo de la casa: “Tullidor, ven acá hazme el favor”, habiendo aprendido desde chiquito que cuando a uno lo llaman así nada bueno puede salir de eso, me acerque al sitio en cuestión, con más miedo que otra cosa.
 
Mujer: ¿Fuiste tú el que metió en la lavadora la ropa blanca con la de colores?
 
(Ya, me di cuenta por donde venía esto y como sabía que el resultado no era bueno, puse a funcionar mi cerebro que trabaja a un millón de ideas por segundo en estos casos)
 
Yo: Tú eres una racista!

Mujer: ¿Racista yo? ¿Y a qué viene eso ahora?
 
Yo: Porque estas tratando de implementar un sistema de separación basado en el color. Eso es ser racista y ese sistema se llama Apartheid.
 
Mujer: er… umm… yo…

Yo: Además como en este sistema tuyo, se nota claramente que tienes preferencias por las ropas blancas por sobre todos los demás colores, tu sistema es de supremacista blanco, que es un nivel de racismo más peligroso que el anterior.
 
Mujer: ¿peligroso? Pero…
 
Yo: En base a tu racismo, no tienes calidad moral para criticarme mi técnica de lavado. Y me viré para comenzar la retirada triunfal.
 
Mujer: Hey! párate ahí, mijo! No vengas tú a confundirme con tu inteligencia malévola, que yo ya estoy curada de tus vainas.  Como manchaste mis toallas blancas con tu alfombrita negra, tú eres culpable de querer mezclar para introducir impurezas en la ROPA!!!.  Así que coje el carro y vete a la tienda y comprarme mis toallas blancas o aquí se va armar la der diablo!
 
Yo: (de camino a la tienda, pensaba yo) Las mujeres de uno tienen ese mardito poder de convertir cualquier triunfo en una derrota miserable.  Porque uno se pone a lavar ropa para ganarse un punticos y ver si le sale a uno el “especial de coco y piña” que las esposas le dan a los maridos cuando hacen cositas como esas. Y ya ven en que terminó, en un viaje de noche a la tienda y gastando mis chelitos en toallas blancas.  Y del especial… buenos digamos que no veré a linda en un rato, porque esa de racismo no se le va a olvidar por mucho tiempo.
 
MORALEJA: Cuando se mete la pata, en vez de empujarla más pa dentro (aunque se tenga toda la razón) admitan siempre que se equivocaron y pidan perdón.  Las mujeres lo dan más fácil por pena que por inteligencia.
El Tulli

Es un sarcastico-tecnologico. La especie mas peligrosa de toda la web. Es el culpable de todo lo que pasa aqui. Ha jodido a America (la mujer del vecino, ahora le dicen "la Tullía"), la Res (que es pública), al Santo (de apellido Domingo que vive en la capital), a Bonao (perro del pulpero- buen perro ese-)y lo joderá a usted tambien si se descuida.

4 Comments

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  1. "Cuando se mete la pata" y "aunque se tenga toda la razon" are mutually exclusive. But kudos to you for the creative spin on la metedera de pata! Good for Thannya that she didn't take the bait. Very funny!

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  2. Tu eres una sexista! Porque te estas yendo en favor de las mujeres en vez de apoyar a tu sangre...
    ¿Y quien te dijo que aun teniendo la razon no se mete la pata? Con ustedes no hay forma... si no estan de acuerdo (en asunto de darlo despues) aunque uno tenga la razon... Metio la pata! ok? ok... Sexista!!!!

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  3. Se me olvido agregar: Sorry Prima... please don't kill me!

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  4. Loco en fin, no lave! para que no gaste, y dejese de esas pendejadas de pena, que usted sabe como es que se resuelven las diferencias o sino preguntele a la vecina.

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