Donald Trump una celebridad de reality-TV y multimillonario, afirmó que creía que las vacunas y el autismo están relacionados y Ben Carson, un neurocirujano convertido en político, aunque no estuvo de acuerdo con esa afirmación, generosamente admitió que en efecto, el calendario de vacunas moderno son muchas y en corto tiempo para los niños pequeños.
Luego le piden la opinion al oftalmólogo Paul Rand y también reconoce que está preocupado por qué tan agrupadas se dan las vacunas.
Entonces tenemos las opiniones de un neuro-cirujano, un oftalmologo y un propietario de casino y están todas igual de equivocadas. No solamente erroneas, pero profundamente ignorantes.
Si podemos hablar de eso sin generar controversia en un debate a nivel nacional, entre las personas que potencialmente podrían dirigir el poder ejecutivo de Estados Unidos, la parte de ese gobierno que establece la pólitica de gastos médicos y que administra el presupuesto de los Centros de Control de Enfermedades (CDC) y los institutos nacionales de salud, ¿que tan extensiva es esta creencia?
En una encuesta telefónica de 1.600 padres con niños menores de 7 años, el 25% cree que el sistema inmunológico de su niño podría ser debilitado como resultado de muchas vacunas y el 23% cree que los niños reciben más vacunas de las que le hacen bien inclusive entre los padres que consideraban la seguridad y eficacia de las vacunas como alta.
Yo diría que esta es una preocupación que muchos padres tienen, incluso en latinoamerica. Si conoces uno que piense asi, espero que compartas este artículo con ellos o lo publiques en Facebook o Twitter.
Es cierto que el número de vacunas ha aumentado en los últimos años. En 1960 el régimen recomendado incluia cinco vacunas y refuerzos o segunda dosis, para un total de ocho inyecciones. por 2 años. Incluia las vacunas de la viruela, difteria, tétanos, tos ferina y la poliomielitis. En 1980 algunas de éstas se combinaron en una sola inyección para que siete vacunas pudieran ser administradas en un total de cinco inyecciones. En el año 2000 el calendario de vacunas incluia 11 vacunas administradas en 20 inyecciones total, para la edad de 2 años y hasta 5 vacunas en una sola visita al medico.
Es una preocupación comprensible que más vacunas y más inyecciones podrían plantear algún riesgo para el sistema inmunológico de un niño.
Echemos un rápido vistazo a cómo funciona la vacunación.
La vacunación utiliza el sistema inmune adaptativo compuesto en su mayoría de glóbulos blancos llamados linfocitos, que se dividen en células T y células B. Cada célula individual reacciona a exactamente una sustancia extraña, lo que llamamos un antígeno. Esto se logra a través de un increíble reordenamiento de su ADN. Su propio genoma, en una combinación de ADN que difiere del que heredó de sus padres. Así cada célula T o B reconoce uno y solo un antígeno, pero incluso entonces, sólo reconoce una pequeña parte de ese antígeno y múltiples linfocitos pueden reconocer diferentes pedazos de la misma proteína. por ejemplo el virus de la influenza tiene 18 proteínas únicas, así que diríamos que representa 18 potenciales antígenos pero despues de una vacunación o infección por influenza, podrian haber miles de linfocitos únicos generados que reconocen diferentes partes de estas 18 proteínas.
Cuando un antígeno es reconocido por una celula B, esa célula B se multiplica en miles de copias de sí misma y genera un montón de anti-cuerpos, esos anticuerpos se pegan al agente invasor y lo iluminan para que el resto del sistema inmune lo pueda atacar. Más tarde, algunos de esos anticuerpos que producen células B se convierten en células de memoria, que recuerdan la respuesta más efectiva contra el mismo invasor, la próxima vez que se detecte.
¿Es esta capacidad limitada? sí, absolutamente. Su capacidad de seguir haciendo nuevas células únicas de memoria, es limitada. Pero debes que entender el tipo de números involucrados: usted tiene el potencial para responder entre un billon y 100 billones de antígenos en un momento dado. Eso es uno con entre nueve y 11 ceros. Su cuerpo entonces hace unos 2 billones de linfocitos nuevos cada día.
¿Estamos sobrecargando esa capacidad con las vacunas?
Cada antígeno que está presente en una vacuna, si es eficaz, produce sobre mil células B específicas. Cada vacuna contiene aproximadamente 100 antígenos y cada antígeno tiene como 10 partes que pueden generar respuestas únicas. Eso significa que cada niño tiene la capacidad para atender a 10.000 vacunas en cualquier momento. La dosis máxima en la programación actual es 11 o 0.1% de la capacidad total del sistema inmune para responder.
¿Están aumentando la carga de antígenos?
No, de hecho ha disminuido substancialmente desde 1960 como resultado de dos cosas, uno: quitamos la vacuna contra la viruela de la programación ya que no era necesaria por la erradicación mundial de esa enfermedad y esa vacuna contenia unas 200 proteínas y dos: cambiamos de vacunas usando bacterias pertussis muertas, que es el agente causal de la tos ferina, que contenía por lo menos 2.000 proteínas antigénicas a una vacuna que contiene sólo unas pocas proteínas de esa bacteria.
En 1960 un niño de 2 años de edad era expuesto a mas o menos 3000 antígenos en su serie de vacunas. Para el año 2000 esa exposición fue reducida a sólo 125.
¿Qué pasa con los niños que están expuestos a muchos antígenos proveniente de vacuna?
Hemos probado en laboratorio la posibilidad de que existe una correlación entre el Estado de las vacunas y trastornos del espectro autista o simplemente resultados neuro-psicológicos generales y no existe ninguna correlación.
¿Pero que si es el número de vacunas o el calendario de administración: demasiadas vacunas demasiado pronto?
Esta hipótesis también ha sido probada en el laboratorio. Más recientemente, en el 2013 por un grupo en el CDC. los niños expuestos a un mayor número de antígenos antes de 24 meses de edad realmente desempeñaron mejor en las pruebas de atención y función ejecutiva.
En un estudio separado en 2010 niños entre las edades de 7 y 10 que habían recibido las vacunas a tiempo según el calendario actual se compararon a los niños que habían recibido vacunad retrasadas o calendarios de vacunas extendidos. Los niños que cumplieron el calendario de vacunas superaron a los niños de calendario diferido en 12 de las 42 medidas neuro-psicológicas y de los restantes treinta no hubo diferencias entre los grupos. En ninguna medida la demora en el suministro de vacunas tuvo un efecto positivo.
Así que si eres un padre leyendo este artículo y te inclinas hacia la idea que tal vez sobrecargamos el sistema inmunitario de nuestros hijos con muchas vacunas, puedo asegurarle que este no es el caso.
El cuerpo de su hijo, poco después de su nacimiento será colonizado por bacterias buenas y su bebé probablemente tendrá unos 10 billones de bacterias, que representan unas mil especies diferentes y cada una de esas especies bacterianas tendrá una docena o más de proteínas antigénicas que el sistema inmunológico de su niño reconocerá y reaccionará. lo Que significa que, el día que llevó a su hijo al médico para una vacuna, hubo un desafío mayor a su sistema inmunológico de su pañal que de la jeringa.
Y eso es algo bueno. Tenemos un sistema inmunológico asombroso capaz de hazañas increíbles para el bien de la inmunidad. Lamentablemente los patógenos que causan enfermedades, son tambien increíbles y han aprendido a evadirlo. Una vacuna es nuestra manera de utilizar nuestro intelecto humano para derrotar a los estrategas más inteligentes de la naturaleza.
Como siempre, el mejor consejo de salud viene de un médico con licencia. Si usted tiene preguntas o preocupaciones, Convérselo con su médico y realmente escuche sus consejos.
Deseo para usted y su familia, buena salud.
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