La Redecilla

Resultan interesantes las herramientas que todavía utilizamos los dominicanos.  Digo esto, porque se utilizan poncheras,  molenillos, coladores de tela, anafes, rolos y redecillas.

¿Qué nos lleva a los dominicanos a utilizar dichos utensilios? Bueno, que resuelven, dentro de nuestras limitaciones.  Porque en un sitio donde casi nunca hay electricidad, un molenillo le hace una champola a cualquiera.

Entonces, ¿Para qué utilizamos la redecilla?  Las mujeres dominicanas la utilizan para retener los rolos (otro utensilio de poco uso en otros lares) pues sin ella, se deshacen fácilmente. Ayer una de mis primas  la utilizó para agarrarse el “tubis”.  Con los mismos fines de evitar que se deshaga.

Ahora, hablemos del “tubis”…   Esa contracción peluquera ha sido la ruina de todos los hombres que les gustan acostarse con mujeres bonitas al lado, porque la vaina esa hace a la mami más  buena parecerse a Doña Florinda.  Y la respuesta cliché de las féminas para no quitárselo, es: tú no me vas a pagar el salón mañana.

Por eso es que muchos hombres se buscan queridas.  Jarto de ver el esperpento en su casa se busca una tierrita. He ahí, una mujercita que sabe su cosa.  Porque no hay una querida en el mundo que se acueste con “tubis”.  Les soban a sus machos esos pajones por to la cara.  Como diciéndole, mira papi que el salón me lo pago yo. 

Claro que desde que dejan sus mujeres por ellas, al otro día las desgraciadas se acuestan con “tubis”.  Es como estrujarle en la cara a uno eso de que: te jodiste mi amor, compraste la vaca.

Yo por mi parte he desarrollado una técnica “bizca”, cuando mi mujer se acuesta con sus greñas llenas de pinchos (otro utensilio dominicano), la miro con los ojos cruzados y casi nunca me doy cuenta de esa arreglo floral que “baja la nota”.

Ahora… volviendo a la redecilla…  Mujeres…  Dejen de usar esa vaina, que azara.